Hábitos alimenticios para controlar la diabetes
La diabetes es una enfermedad causada por un trastorno hormonal que eleva los niveles de glucosa (o azúcar) que se encuentran en el torrente sanguíneo. Médicamente se clasifica según su tipo de la siguiente forma:
- Diabetes tipo 1: aunque puede aparecer a cualquier edad, es más común en niños y jóvenes. Su característica principal es la imposibilidad del organismo para producir insulina. Los síntomas más comunes que podrían denotar la presencia de esta enfermedad son: sed, constante ganas de orinar, excesiva pesadez, hambre y cansancio, injustificada pérdida de peso, piel reseca y con picazón, visión borrosa, las heridas tardan en sanar más tiempo que el regular, entre otros.
Los médicos utilizan análisis de sangre para corroborar o descartar la existencia de la diabetes, no obstante, quienes son detectados con esta enfermedad deberán administrarse insulina durante toda su vida.
- Diabetes tipo 2: también es posible detectarla a cualquier edad, sin embargo, las estadísticas son más elevadas en adultos de mediana edad o en ancianos. Esta enfermedad se produce cuando el cuerpo produce insuficiente cantidad de insulina o la usa de forma inadecuada, lo que permite que esta (la insulina) se mantenga en la sangre y pueda dar paso a otros problemas de salud.
Una persona con obesidad o sobrepeso, que hace poca actividad física o que tiene antecedentes familiares con esta enfermedad, debe estar atento a los síntomas de esta enfermedad, que generalmente coinciden con los de la diabetes tipo 1.
Los hábitos y el control de la diabetes
Dos de los aspectos más importantes cuando una persona tiene o está propensa a la diabetes, es aplicar un estilo de vida saludable que combine una adecuada alimentación y suficiente actividad física, de este modo, puedes mantener los niveles de glucosa bajo control.
En este sentido, será necesario ajustar su estilo de vida con hábitos saludables que le ayuden a sentirse mejor, en esta oportunidad nos vamos a referir a la alimentación.
Alimentación para controlar la diabetes
Aplique una rutina de alimentación saludable con productos de todos los grupos y según las cantidades nutricionales recomendadas por su médico. Algunas opciones por cada grupo son:
- Verduras, como el brócoli, zanahorias, vegetales de hojas verdes, pimientos, tomates, papas, maíz y arvejas.
- Frutas, como las naranjas, melones, fresas, manzanas, plátanos y uvas.
- Granos, como el trigo, arroz, avena, maíz, cebada y quinua. Toma en cuenta que el 50% de estos sean de origen integral.
- Proteínas, como la carne magra con poca grasa, pollo o pavo sin piel, pescados, huevos, maní, fríjoles secos, garbanzos, tofu, entre otros.
- Lácteos con poca o nada de grasa, como la leche, leche sin lactosa (en caso de ser intolerante a la lactosa), yogur y queso.
- Grasas saludables, como el aceite de oliva, la palta y pescados como el atún y el salmón.
Ahora que sabes lo que debes comer, hagamos un repaso por los alimentos que se deben limitar en la dieta de una persona con diabetes.
- Comidas fritas o con alto contenido en grasas saturadas y trans.
- Comidas que contengan un elevado nivel de sal o sodio.
- Comidas y bebidas con azúcares añadidos, como los dulces, helados, jugos y gaseosas.
Nota: La forma ideal de regular el consumo de alimentos que no convienen en la dieta, es revisar la etiqueta de información nutricional.
Consideraciones para servir un plato de comida
- Una buena manera de servir tu plato es siguiendo las siguientes especificaciones:
- Utiliza un plato de 15 cm de diámetro, esto va a representar el 100%.
- Coloque verduras sin almidón hasta la mitad del plato (50%).
- Añada proteínas hasta completar un cuarto del plato (25%).
- Incorpore granos u otros alimentos con almidón en el cuarto del plato restante (25%).
Aplicar nuevos hábitos de alimentación saludable puede ser una tarea difícil, si es tu caso, una terapia de nutrición médica con un especialista podría ayudarte a cumplir tus objetivos nutricionales y de salud. ¡Anímate a realizar cambios que te beneficien!
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