El desarrollo y la pubertad de los adolescentes: ¿Qué hacer?
Ser padres está lleno de retos y cosas por hacer para promover el cuidado de los hijos. La pubertad es quizás una de las etapas con más cambios que podemos experimentar durante el crecimiento, ya que, se trata del momento de nuestra vida, en el que el cuerpo empieza a transformarse físicamente para adoptar rasgos de adultos.
La pubertad es común entre los 15 y 17 años y puede ser una etapa difícil e incluso fuerte para establecer una comunicación efectiva con los hijos, ya que, en muchos casos, se cohíben de hacer preguntas propias de la transformación que están viviendo físicamente para prepararse para la vida adulta, como el sexo y las relaciones de pareja, no obstante, se considera de mucha importancia el apoyo de los padres para guiar estas conversaciones de forma clara y razonable, o bien procurar la comunicación con médicos para ayudar a tu hijo o hija a enfrentar los retos, cambios corporales y problemas de salud por los que está atravesando.
¿Cómo ayudar a mi hijo a enfrentar la pubertad?
La pubertad llega porque sí, por lo tanto, no es un tema que debamos ignorar o tratar de postergar por miedo o no saber qué hacer, en este sentido, puedes considerar:
1. La preparación
Uno de los puntos claves para enfrentar de forma eficaz la etapa de la pubertad en tu hijo, es poder contar con ayuda especializada médica. Tus hijos aún estando en la adolescencia requieren asistir al control de niño sano, la oportunidad perfecta para que pueda aclarar todas las dudas respecto a los cambios que está atravesando.
Además de tener las herramientas y respuestas más acertadas, resultará gratificante para ti, conocer la manera ideal para dirigir esta difícil etapa.
2. Recolecta la información
No solo se trata de ir al médico a exponerle la situación, sino también de consignar todos los elementos que resulten importantes para tomar decisiones sobre la situación. Para ello:
- Consigna el historial médico de tu hijo, incluso el control de vacuna.
- Haz una lista completa de los cambios sociales por los que ya está atravesando tu hijo o hija, por ejemplo: un nuevo hermano, divorcio o separación de los padres, cambios de escuela, prisión de uno de sus papás y hasta si ha tenido alguna pérdida física de un familiar o amigo cercano.
3. Promueve la confianza entre tu hijo y el médico
Parte del crecimiento de los hijos es poder enseñarle a ser capaces de enfrentar la vida y todas sus situaciones. En este sentido, durante el examen físico, es muy probable que el médico te pida que salgas del consultorio, una situación que permite que el adolescente pueda sentirse más libre para hacer preguntas con un tono más privado.
Previamente a la cita, puedes sugerir a tu hijo que tome el control, haciendo cosas como:
- Ser quien paute la cita médica.
- Llenar los formularios médicos.
- Apuntar las preguntas que considera importante de hacer durante la visita.
No obstante, para sacar el máximo provecho, tú también debes:
- Proporcionar información de importancia clínica de tu hijo, ya sea que se hayan desarrollado antes o durante la pubertad, como el asma o el acné.
- Variaciones del comportamiento y ánimo de tu hijo.
- Cambios en los intereses y actividades favoritas de tu hijo.
- El consumo de tabaco, alcohol y todo tipo de drogas.
- Situaciones sociales que puedan representar situaciones desfavorables, como problemas de aprendizaje o apatía por ir a la escuela.
Las citas de control de niño sano son importantes desde el nacimiento, hasta todo el desarrollo de tu hijo, en ellas puedes aclarar múltiples de dudas y aprovechar al máximo los conocimientos del especialista para ayudarte a promover la salud de hijo en todo momento.
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