5 consejos saludables para una dieta sana y nutritiva
Hoy en día existe una gran variedad de dietas que proponen un estilo de alimentación diferente, ya sea que se trate de plan mediterráneo, vegano, vegetariano o bajo en carbohidratos, existen algunos puntos claves que ayudarán a potenciar tu plato y por ende la nutrición.
Llevar una alimentación saludable es una de las prácticas más recomendadas por los médicos para prevenir o controlar algunos problemas de salud, no obstante, este buen hábito suele combinarse con suficiente actividad física, a fin de prevenir enfermedades del corazón, diabetes, obesidad y otras.
Algunos consejos nutricionales para la alimentación saludable son:
1. Mantenga al límite el azúcar agregado
El azúcar agregado es todo componente azucarado que se adiciona a los alimentos y bebidas, en este sentido, se puede identificar también como jarabe de maíz, edulcorantes, azúcar morena y otros nombres.
El consumo diario de azúcar añadida debe representar un máximo del 10% de las calorías, el cual puedes controlar llevando un registro de los nutrientes que indica la etiqueta de información nutricional de cada producto alimenticio.
En este sentido, puedes reemplazar la ingesta de bocadillos procesados por frutas y verduras picadas.
2. Controle el consumo de grasas
El consumo de grasa tiene estrecha relación con la cantidad de calorías que ingresa al cuerpo, esto aumenta las posibilidades de padecer obesidad y por ende, se convierte en un factor de riesgo para sufrir enfermedades del corazón y otros problemas de salud.
No obstante, se debe limitar principalmente las grasa sólidas provenientes de la carne de res, aves, cerdo, queso, mantequilla y leche entera, debido a que suelen tener más grasa saturada que los aceites líquidos a temperatura ambiente como el aceite de canola, maíz, oliva y maní, los cuales, son considerados en su mayoría, como grasas de tipo insaturada o poliinsaturadas.
En este sentido, el consumo de grasas saturadas debe representar un máximo del 10% (unos 20 gramos aproximadamente) del total de las calorías diarias.
3. Limite el consumo de sal alimentaria o sodio
La sal es uno de los principales ingredientes de cocina que solemos añadir a nuestras preparaciones, no obstante, también puede venir inmersa en los productos alimenticios procesados.
Una alimentación saludable tolera el consumo máximo de 2,300 mg de sodio por día, una cantidad que podemos exceder fácilmente si prestamos poca atención a las porciones de sal que añadimos y la que ya traen en su prefabricación.
Algunos ejemplos de los alimentos procesados que comúnmente son altos en sal son: pizzas congeladas, tocino y aderezos para ensaladas. Además, también suelen contener sustancias edulcorantes y conservantes.
4. Organiza un plan alimentario
Los planes alimentarios nos ayudan a tener un fundamento organizativo de los alimentos que vamos a comer en cierta cantidad de tiempo (puedes realizarlo de acuerdo a la periodicidad que dispongas) y suelen ayudarte a tener a la mano alimentos saludables.
Un ejemplo de plan alimenticio es seguir la dieta DASH, que propone el consumo de frutas, verduras, granos integrales, frijoles, semillas, nueces y pescado, una gran variedad de alimentos que juntos, ayudan a desarrollar su objetivo principal, que es controlar los niveles de presión arterial. Practicarla no sólo beneficia a quienes sufren de hipertensión sino también a quienes padecen de otras enfermedades relacionadas.
5. Busca ayuda especializada
En general, los planes alimenticios ayudan a mantener a la persona saludable tomando como referencia la prevención de obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas, no obstante, las necesidades y situación de salud de cada persona pueden ser diferente, por lo que se recomienda, buscar ayuda médica especializada para elaborar una dieta que cumpla con los requerimientos nutricionales específicos.
Mantener una dieta saludable y balanceada con alimentos de todos los grupos (frutas, verduras, granos integrales, cortes de carne magra y lácteos con poca grasa o sin ella) garantiza el aprovechamiento de la diversidad de vitaminas y minerales que necesita nuestro organismo para promover el buen funcionamiento