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8 consejos para preparar a tu hijo para una prueba de laboratorio

Realizar pruebas de laboratorios a los niños puede ser una situación estresante para los padres e incómoda para los chicos, sin embargo, se tratan de estudios que arrojan datos importantes sobre la salud del paciente, por ende, se hacen necesarios para evaluar y revisar la existencia de enfermedades y afectaciones.

Preparar a un niño antes de realizar un examen o prueba de laboratorio, le ayudará a disminuir la ansiedad, promover la cooperación durante el procedimiento y además, apoya el desarrollo de destrezas para hacer frente ante situaciones difíciles. Todos sabemos que hacer que un niño se sienta tranquilo ante un procedimiento médico no es sencillo, por ello, te dejamos algunos consejos:

1. Asegúrate de explicar lo que va a ocurrir

Saber que un niño necesita un examen médico no es fácil de asimilar ni para ellos, ni para nosotros, sin embargo, debemos entender que existe un motivo realmente significativo que hace necesaria esta prueba. No obstante, considera ser breve (entre 5 a 10 minutos), exprésate en un lenguaje sencillo acorde a la edad del niño y hazle saber que estarás a su lado para apoyarlo siempre.

2. Habla con la realidad sin dejar de ser tranquilizador

Es importante que los niños sientan confianza en lo que les queremos decir, por lo tanto, si el exámen duele, debes decir que durante el proceso puede sentir “algo de dolor”, pero que será momentáneo.

3. Hagan un ensayo en casa

Prueben hacerlo una y otra vez en casa con un peluche o muñeco para que ellos conozcan el paso a paso, e incluso sean ellos mismos los responsables de tranquilizar a sus bebés (muñeco o peluche).

4. Practiquen actividades tranquilizantes

Tales como la respiración lenta y profunda, meditación o contar los números lentamente, a fin de utilizar alguna de estas técnicas durante el examen.

5. Planifique bien el momento ideal

De ser posible, trata de que el examen tenga lugar cuando el niño esté menos agotado o fastidiado por situaciones como el hambre. Aunque si se requiere que sea realizada en ayuno (sin haber comido o bebido nada), trata de que sea lo más temprano posible y lleva un refrigerio para ofrecerle luego de salir del procedimiento.

6. Mantenga al niño hidratado

Si la prueba a realizarse no tiene ninguna limitación con respecto a los líquidos, procura que el niño beba abundante agua antes del examen, esto estimula el flujo sanguíneo y hace más fácil la extracción de sangre, y si se trata de un análisis de orina, aumentará la frecuencia y cantidad para hacer más fácil la obtención de la muestra.

7. Aplique la distracción

Puedes llevar un juguete, libro o juego para distraer al niño durante el procedimiento, de este modo, desviaras su atención y estará menos tenso.

8. Ofrécele tu apoyo

Hazle sentir al niño que estarás allí para ayudarlo en todo momento, por lo tanto, realiza acciones de contacto que puedan tranquilizarlo (si te permiten), como mantener su mano, abrazarlo, acariciarlo y cantarle o hablarle en un tono de voz calmado.

9. Recompensa la buena acción

Planea con tu hijo una recompensa por lograr el objetivo, de este modo, el niño podría enfocarse más en cooperar para recibir algo a cambio.

Debe entenderse que los estudios médicos son necesarios, por lo tanto, la preparación debe ser tanto para los padres como para los niños, aunque no sea fácil (porque no nos gusta ver a los niños llorar), hay que asimilar que las molestias de los exámenes son momentáneas y de ella se obtienen los resultados necesarios para tomar acciones médicas respecto a enfermedades o situaciones que afectan la salud y que sí podrían significar un problema.

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