El sobrepeso, la obesidad y tu salud

La alimentación es un elemento fundamental para el organismo, de ella deriva un gran porcentaje de los nutrientes que el cuerpo necesita para promover el funcionamiento de los diferentes sistemas. En este sentido, la dieta que aplicamos el día a día, influye de forma positiva o negativa en nuestra salud, peso e inclusive como nos vemos físicamente.

El sobrepeso, la obesidad y tu salud

Se trata de dos afecciones que se producen por el exceso de células grasas en el organismo. Aunque es muy común escuchar que ambas sean sinónimos, la verdad es que no lo son, pues el sobrepeso se constituye como una categoría menor a la obesidad, es decir, se diferencian de acuerdo a la cantidad de Índice de Masa Corporal (IMC) que tiene la persona. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1997 ha catalogado la obesidad como una enfermedad crónica, puesto que, aparte de todas las molestias que podría sentir la persona por tener obesidad, también aumenta las probabilidades de que empiece a padecer otras enfermedades, tales como:

• Diabetes o azúcar en la sangre.
• Hipertensión o presión alta.
• Dislipidemia o alto nivel de colesterol y triglicéridos.
• Enfermedades del corazón como ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular. 
• Osteoartritis, enfermedad que produce rigidez y dolor muscular. 
• Apnea del sueño o falta de respiración mientras duerme. Lo que a su vez puede producir fatiga, problemas de atención y somnolencia diurna.
• Cálculos biliares y problemas con el hígado. 
• Algunos tipos de cáncer. 

Es por ello, que se hace tan necesario que una persona con sobrepeso, preste mayor atención a sus hábitos (como la alimentación y la práctica de ejercicio) a fin de evitar la obesidad y todos los factores de riesgo que acarrea. 

Formas de medir la categoría de su peso

Hoy en día los especialistas practican varias formas de establecer la categoría del peso de una persona, las más populares son:

El índice de Masa Corporal o IMC, es un indicador utilizado a nivel mundial que mide la grasa corporal considerando dos factores (estatura y peso), sirve para determinar la categoría o niveles de riesgo en el que te encuentras, es decir, bajo peso, normal, sobrepeso y obesidad (clase 1, 2 y 3). 

La fórmula para calcular el IMC está representada por el resultado de: la división del peso (en kilogramos) por la estatura (en metros) al cuadrado

En este sentido, las categorías de sobrepeso según el nivel de IMC se clasifican así:

• IMC por debajo de 18.5 Bajo peso
• IMC de 18.5 a 24.9 Peso normal
• IMC de 25.0 a 29.9 Sobrepeso 
• IMC de 30.0 a 34.9 Obesidad clase 1 (bajo riesgo)
• IMC de 35.0 A 39.9 Obesidad clase 2 (moderado riesgo)
• IMC mayor a 40.0 Obesidad clase 3 (alto riesgo)

El IMC alto es solo un factor que aumenta la probabilidad de padecer enfermedades, no obstante, también se debe revisar elementos como:

• La circunferencia de la cintura o evaluación de la cantidad de grasa abdominal de la persona, ya que esto constituye un aumento de  probabilidades de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. 
• Otros factores de riesgo, como la hipertensión (presión arterial alta), elevados niveles de colesterol y triglicéridos y la falta de actividad física, también pueden influir en la aparición de otras enfermedades y afecciones que se relacionan a la obesidad. 

Por otro lado, en el caso de los niños la Organización  Mundial de la Salud (OMS) sugiere que las medidas para categorizar el sobrepeso y la obesidad sean clasificadas de acuerdo a la edad, es decir, menores de 5 años (relación peso/talla) y mayores de dicha edad (cálculo IMC). Lo cual estaría representada de la siguiente manera:

Otra de las formas empleadas para diagnosticar la categoría del peso, es la utilización del patrón de referencia de la Centers for Disease Control (CDC), que tiene relación con las tablas y gráficas de IMC, pero toma referencia de edad (desde los 2 años hasta los 20):

Por otro lado, existen  factores que no tienen que ver que la obesidad, pero que se pueden sumar al cuadro para aumentar las probabilidades de riesgo, las más comunes son: 

• Antecedentes familiares de personas menores de 50 años que padezcan de enfermedades cardiacas. 
• El sedentarismo.
• El consumo de cigarrillos, tabaco y sustancias parecidas. 

Considera aplicar hábitos saludables en tu día a día para promover un peso adecuado y disminuir los factores de riesgo en tu salud, algunos de ellos son: establecer un plan alimenticio saludable que responda a tus necesidades nutricionales, descansar adecuadamente (dormir entre 10 a 13 horas en niños y 8 a 10 en adolescentes) y realizar una rutina de ejercicios.