Anemia en niños y adolescentes ¿Cómo detectarla y combatirla?
La anemia en adolescentes y niños es una preocupación de salud que no debe ser subestimada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia se define como una “afección en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina que contienen son inferiores a lo normal“. En el caso de niños y adolescentes, esta afección puede tener un impacto significativo en su desarrollo cognitivo y motor si no se detecta y se aborda a tiempo.
¿Qué es la anemia en niños y adolescentes?
La anemia es una condición en la que el organismo carece de glóbulos rojos saludables o de hemoglobina suficiente para transportar oxígeno de manera eficiente. Puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo carencias nutricionales debido a una alimentación inadecuada, problemas en la absorción de nutrientes, infecciones, inflamaciones, enfermedades crónicas y trastornos hereditarios, entre otros. Además de mujeres en edad reproductiva y mujeres embarazadas; los niños y adolescentes son una de las poblaciones más propensas a padecer anemia.
¿Cómo detectar la anemia?
Detectar la anemia en niños y adolescentes es esencial para prevenir complicaciones a largo plazo. Los signos y síntomas de la anemia incluyen cansancio, mareos, manos y pies fríos, cefalea y disnea. Si observa alguno de estos síntomas en su hijo o hija, es importante consultar a un médico de inmediato.
La anemia se diagnostica a través de un análisis de sangre que mide los niveles de hemoglobina en la sangre. Si los resultados de los análisis indican que los niveles de hemoglobina están por debajo de los valores normales, el médico podrá confirmar el diagnóstico de anemia e identificar la causa junto con otros estudios.
¿Cómo combatir la anemia en adolescentes y niños?
Combatir la anemia comienza con la prevención. Y para prevenir, debemos proveer a niños y adolescentes una dieta equilibrada. Como padres o tutores, debemos asegurarnos de que tengan una dieta que incluya alimentos ricos en hierro, folatos y vitamina B12. Estos nutrientes son esenciales para la producción de glóbulos rojos y la prevención de la anemia. Además, fomentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, ya que esta vitamina ayuda en la absorción del hierro en el organismo.
Por otro lado, también es importante evitar consumir alimentos como café, té y leche junto con alimentos ricos en hierro, ya que estos pueden disminuir la absorción de este nutriente. Por ejemplo, si almorzará lentejas con pescado, en vez de acompañar su comida con un té que disminuye la absorción del hierro presente en la menestra y la proteína animal, es mejor elegir una bebida cítrica, como un jugo de naranja, que favorece la absorción de este mineral.
Por otro lado, si el médico lo recomienda, su hijo o hija puede tomar suplementos alimenticios ricos en hierro y otras vitaminas y minerales como parte del tratamiento. En cuanto al tratamiento específico de la anemia; este va a depender de la causa subyacente. Puede incluir cambios en la dieta, suplementos de hierro, o en casos más graves, tratamiento médico específico.
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