Guía práctica para mantener huesos sanos con ejercicios
Hacer ejercicios con regularidad aporta múltiples beneficios para la salud en general y el aspecto físico, por lo tanto, quienes practican una rutina tienen menor posibilidad de sufrir diversos tipos de enfermedades.
El ejercicio y la salud ósea
El ejercicio es una práctica altamente beneficiosa para la salud de los huesos, ya que tiene la capacidad de mantener y aumentar la densidad ósea.
Sin embargo, los beneficios no terminan allí, pues no solo fortalece los huesos, también aumenta la masa muscular y la fuerza de la persona, lo que permite además, que se disminuya la pérdida de densidad ósea que ocurre naturalmente con el paso de los años, ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Por lo tanto, mantener una rutina de ejercicios y consumir vitamina D y Calcio (desde sus diversas fuentes) resultan un conjunto perfecto para promover la salud de los huesos y hacerlos más fuertes.
¿Qué hacer para implementar el ejercicio como un hábito?
Las rutinas de ejercicios suelen parecer prácticas difíciles de cumplir, por lo tanto, es importante que consideres empezar lentamente e ir incrementando la intensidad de manera paulatina y en atención a tu propia condición de salud y edad. Si te animas a iniciar, considera lo siguiente:
- Divide el tiempo: si estás empezando una rutina de ejercicios, debes considerar segmentar la práctica en pequeños bloques de tiempo (pueden ser de 10 minutos).
- Elige y practica ejercicios que trabajen todo el cuerpo: es importante destacar que el ejercicio genera beneficios a nivel general, por lo tanto, es necesario trabajar todas las áreas, incluso los músculos centrales (ubicados en torno al tronco y pelvis), ya que esta parte te ayuda a mejorar la estabilidad y equilibrio.
- Elige ejercicios que te gusten: hoy en día podemos conseguir una variedad de ejercicios, que van desde el fortalecimiento, el equilibrio, la resistencia, la flexibilidad, entre otros, así que es momento de indagar cada grupo y apuntar al que más te llame la atención, de este modo, será más fácil incorporar la rutina a tu vida y empezarás a verlo como un disfrute, en lugar de una obligación.
Los ejercicios de soporte pueden ser una buena idea para iniciar, además, son ideales para aumentar la densidad ósea y favorecer la salud de los huesos, algunas de ellas son: caminatas rápidas, trotes, tenis, bailes aeróbicos, entre otros.
- La seguridad ante todo: lo más importante es mantenerte bien, así que es muy necesario que te asesores con tu médico o instructor sobre tu estado de salud (para establecer mecanismos seguros a tu propia condición) y utilices el equipo de seguridad apropiado para evitar lesiones.
- Establece metas: trazar objetivos claros y reales nos impulsan a realizar las acciones necesarias para lograr un fin, así que son muy beneficiosas en este ámbito. Además puedes añadir recompensas, como entradas al cine o un equipo de entrenamiento nuevo.
Otros de los cambios saludables que puedes hacer en beneficio de tus huesos es dejar de fumar y reducir el consumo de alcohol, ya que el exceso de ello, puede producir daños a los huesos.